Dependencia en la Academia del Profesor Saga

- Bebe de mi entonces - susurro contra su oido antes de deslizar la lengua húmeda por la orilla, abrazándolo para que su pecho quede junto al mío, separandome luego para dejarle ver el brillo encendido de mis ojos, provocada nada mas que por sus atrevidos avances.

- Eres magnífico - pronuncio contra sus labios, tomando su barbilla con dos dedos de la mano, dejando en aquellos un suave beso, tierno, prometedor, como el de un amante que tiene toda la vida para conquistar a su amado.

Menos paciente fue la caricia de la mano libre, que se paseo por su costado derecho hasta acabar en el abdomen, jugueteando coqueta a levantar la prenda, rozando apenas, a propósito, su cálida piel.

Etto O.O Hola! tu no eres Elhy XD, mucho gusto, acaso tu serás Saga de ahora en adelante? jiji que emocion n.n...

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Magnifico?- sonrio al escuchar tales palabras correspondiendo con alebosía aquel beso por demás exitante, al sentir su mano rozar descaradamente mi abdomen no puedo evitar soltar un suave gemido de mi garganta, entrecierro los ojos disfrutando de las sensaciones que provocaba aquella simple caricia- Saga...- digo entrecortadamente viendolo a los ojos- Se ve que no pierdes el tiempo, eh?- susurrando de forma insinuante aún con mis piernas rodeando su cintura y sonriendole de manera muy dulce recordando sus primera palabras y agregando seriamente- Entonces beberé de ti- torno a besarlo atrayendo con pausada elegancia su nuca hacia mis labios dando lugar a un beso llena de entrega...

Sus gemidos demuestran inequívocamente lo placenteras que le resultan mis caricias, excitándome tanto como el sonido de mi propio nombre emanando de sus labios, hinchados de mi propia boca, de los dientes que mordisquean conteniéndose de reclamar suya la piel.

- Entonces beberé de ti-

Sonrío antes de que sus labios me atrapen de nuevo, juntos subiendo los peldaños de un espiral de pasión que no tenía remedio más que uno solo. Sabiendo el camino adecuado, correspondo con ardor a su beso, poniendo las manos en su espalda para suavemente recostarme sobre la cama con él sobre mi, sosteniéndolo entonces por los brazos para evitar que se apartara. Deslicé las manos, plantándolas en sus caderas al final, atrayéndole contra las mías.

- Desnúdate… - entre susurro y orden la voz ronca – para mí… por favor. – presioné sus caderas contra las mías, dejándole notar lo que pulsaba en mis pantalones.

- Espera... Saga-

Sus ojos y sus manos en mi pecho me dan la idea de que se ha asustado, así que aguardo, tomando su mano para acariciarla suavemente en espera del resto de sus argumentos.

- yo... yo... nunca- - Saga... que tal si no quiero desnudarme?-

Lo miré con gesto sereno, acusando el golpe, él tenia razón había sido osado de mi parte pedirle aquello tal vez, llevo su mano hasta mis labios, para besar suavemente el dorso sin partar la mirada de sus brillantes pupilas.

- Perdóname - le pido con voz suave, incorporándome para quedar recargado contra el brazo del sofá, atrayendolo para que descanse la cabeza contra mi pecho, respirando su cálido perfume. - no he querido... - me quedé en silencio de percatarme lo poco sinceras que sonaban mis palabras, dejando escapar luego un suspiro de exasperación apra conmigo mismo, separandolo con delicadeza después para que me mire a los ojos mientras hablo.

- soy un hipócrita - dijo encogiéndome de hombros - sí que he querido - acaricio su mejilla dedicándole una suave sonrisa - asi que perdóname por haberte mirado uan vez siquiera, pues eso me ha bastado para querer besar tus labios - fue sobre su mejilla donde deposité un beso - para desear sentir tu piel contra la mia... - susurro en su oido, dejando mi aliento y el húmedo calor de este sobre aquel punto.

Yo... yo también he querido pero...- - Pero nunca lo he hecho- - Perdóname a mi por tener miedo...- - soy un cobarde.

Le dejo recargarse contra mi pecho mientras va disculpándose, es una mezcla de ternura y deseo lo que me hace sentir.
- No lo eres – pronuncio levantando su rostro por la barbilla haciendo que me mire. – no quiero que hagas nada de lo que no estés seguro - me incorporé, haciéndole sentarse en el mueble, sobre mis piernas, abrazándolo como a un chiquillo mientras acariciaba su mejilla. – Eres tan hermoso – mi pulgar recorrió sus labios, dejando espacio luego para que los mios se aproximaran lentamente.

- Quieres bailar? – pregunté antes de capturarlos.

- Gracias...- - Bailar?- - Será un verdadero placer bailar contigo- - Pero... creo que estamos olvidando un detalle muy importante... y la música? O.oU-

Rei, su inocencia era contagiosa y placentera, todavía no me había dado tiempo de ocuparme del detalle de la música, incluso sus caricias eran refrescantes.

- Pon algo romantico...-

A tus órdenes… fue el susurro que robó un beso de su boca antes de partir hasta el equipo de música y poner una suave música de jazz antes de regresar hasta él, con las manos extendidas para que tomara las mías y así poder abrazarle entonces, dejándonos envolver por la música.

- Te gusta la música? – cuestiono contra su oído, rozando mis labios la piel mientras un brazo se desliza por la espalda, adivinando los músculos bajo la tela y los dedos de la mano libre se entrelazan con los suyos sobre mi pecho. – suelo ponerla por las noches… - alejo el rostro lo suficiente para mirar sus ojos cristalinos – me hace pensar en ti…