Primera Hora De La Tarde (Aioros, Profesor De Literatura)

Llego cansado sin haber podido tomar ni mi café de la tarde con un humor, digamos que amargo, al igual que el sabor del café.
Paso por el aula de profesores y me doy cuenta que el desconsiderado que terminó la cafetera no ha preparado más de ese rico café italiano que suele haber.

- Grrrr ¡Rayos! - maldigo internamente.

Preparo más y tras servirme mi taza hasta casi colmarla tomo el camino que lleva hasta mi aula.

Al entrar, esperaba ser recibido ya por mis alumnos, pero con sorpresa me encuentro que el aula esta vacía, ahí no hay un alma.

- Que raro - me digo a mi mismo en voz alta - esperaré a que esos listillos pretenciosos lleguen y me van a recitar a Shakespeare durante toda la clase.

Tomo asiento tras mi mesa y espero mirando fijamente al reloj que esta en la otra pared del aula, justo frente a mi mesa para que no me olvide en la hora que vivo.

- Cuatro y treinta y tres minutos... ¡Llegan tarde! - reniego dejando caer fuertemente mis carpetas sobre la mesa y frunciendo el ceño - a ver cuanto tiempo tendré que esperar a que los benditos alumnos hagan acto de presencia...

Salgo de la sala de música apresurado ya que olvidé por completo avisarle a Aioros que sus alumnos asistirían a una conferencia de investigación, llegosin más a su aula mirando la puerta entreabierta y observando con indiferencia su porte- Buenas tardes!- susurro ingresando al salón- Aioros solo vine a avisarte que no tendras clase esta tarde, tus alumnos asistieron a una actividad extraescolar- notando que estaba molesto y nisiquiera se dignaba a levantar la mirada- Disculpa si te hice esperar con este aviso- susurro sin más dirigiendome a la salida con un poco de molestia ante su hostíl comportamiento...

- ¡Vaya! - exclamo tras verle como después de rapidamente darme su aviso se marcha de un modo extraño.

Me levanto dejando que la silla arrastre hasta chocar algo fuerte contra la pizarra y me dirigo hasta él para evitar que se vaya.

-Pordías haberme avisado cuando tocaba... ¿No crees? - le digo tomandolo del brazo frenando su marcha.

Le miro con algo de rabia, era lo que me faltaba para completar el día, que alguien entrara de sopetón y me dijera que perdi unos minutos de mi valioso tiempo por que se le fue de la cabeza avisarme de que mis alumnos no tendrian la clase de la tarde.

- Por cierto - le digo mientras aferro su brazo - gracias por nada - añado sarcasticamente - ahora solo me falta que me digas que tu terminaste el café para acabar de arreglarme el día.

Estira su brazo y se suelta de mi amarre para luego girar su cuerpo y encararme con la ira reflejada en su cara.

- ¡¿Qué?! - exclamo arriconandolo contra la puerta del aula.

Me giro molesto por sus palabras en realidad con esto me quedaba claro que no era un buen día para él mas sin en cambio no soportaría su mal trato- Que te pasa?- enfrento molesto- Mira Aioros... que te estés amargando por ocupar tu tiempo en algo útil NO ES MI PROBLEMA!!!- digo molesto- Y ya me disculpe por la tardanza así que no tengo nada más que hablar contigo- empujandolo ligeramente al notar como me acorralaba contra la puerta- Que de qué?- sin buscar provocarlo simplemente no entendía lo que le pasaba y sinceramente no me interesaba.
Sí buscas pelear no pierdas tu tiempo ya que no me rebajaré ante alguien como tú- mirandolo despectivamente sin pensar al decir esas palabras dandome cuenta demasiado tarde al ver su mirada peligrosa dirigiendose a mí...

- ¿Rebajarte tú? -le digo ironicamente acorralandolo más - el que se rebajaría sería yo en todo caso. Ni por un momento me gustaría que tu sangre tocase mi piel o mis ropas, ni por un descuido. Que desperdicio, tendria que llevar mi ropa a lavar, con lo que cuesta de limpiar la sangre, y además por tú culpa perdería más tiempo aún del que ya perdí por tú falta de memoria - añado viendo como se sonroja por la ira.

Me separo recuperando la compostura ya que mis ultimas palabras casi se podría decir que chocaron con sus labios y me apoyo en el primer pupitre que encuentro a su derecha sin dejar de mirarlo fijamente para intimidarlo.

Y por qué habria de derramar mi sangre por tí?- pregunto soberbio- No creas que el universo gira en torno a tí- viendo como se alejaba solo unos cuantos metros de mi- No pienso volver a pedirte disculpas si es lo que esperas, si hice perder tu "valioso" tiempo no estarías ahí parado intentando joder en lugar de ser más practico y largarte de una vez- estaba muy molesto por sus palabras y ciertamente no abandonaría una batalla verbal aunque era más que obvio que tenía cosas mejores que hacer- se te pagará el día, no sé porque haces tanto drama- susurro con sarcasmo y barriendolo con la mirada, me encontraba recargado en la pared por su anterior ataque pero sin más me dirigí a la salida tratando de mostrar una mirada fria ante esa extraña miradita que me dirigía...

- Vaya, vaya. El musiquillo de la lira se ha ofendido - digo burlandome descaradamente de él.

Levanto mi cuerpo del purpitre en el que me había sentado y atrapo su brazo impidiendo su huida, incluso hundiendo mis uñas en su carne para sujetarle.

- ¿Dónde vas tan deprisa?... Ya que preguntas, o mejor dicho, responderé a tus palabras que fueron escupidas a mi persona - le digo estirando su brazo y llevandolo casi a rozar mi cuerpo por el amarre - resulta que me gusta de vez en cuando, dejar mi papel de persona sería de lado y "joder" a los demás. Resulta divertido, a la vez que gratificante, poder desahogarse como habitualmente hacen los alumnos, fastidiando a tus compañeros.

Se suelta dejando que su camisa se rasgue y mis uñas arañen su piel dejando caer al suelo unas gotas de sangre.

- Ves... Tú sangre se derramó sobre el suelo, manchandolo, y sin yo quererlo. Que poco considerado eres, con lo que cuesta de limpiar la sangre... ¿Y ahora que haremos?

Siento un ardor al alejarme y me doy cuenta de que varias gotas escalatas rueden por mi piel hasta caer al suelo y deteniendome a escuchar sus palabras- Eres un idiota- susurro cerrando mis pueños y propiciandole un puñetazo en su rostro que lo hizo voltear la cara por la aceleración del golpe y viendo que de su labio inferior
brotaba un poco de sangre- Ups.- acercandome peligrosamente quedando a tan solo milimetros de sus labios- lo siento Aioros creo que por mi culpa tendrás que lavar tu camisa- tomando un poco de mi sangre y embarrandosela, viendo el contraste de blanco y rojo y sonriendo satisfecho al hacerlo enojar- Vaya... que descosiderado soy manche tu camisa sin yo quererlo- soltando una carcajada- No creas que soy del tipo fastidiable Aioros- acercandolo a mi en un fingido abrazo por la cintura y tomando con fuerza su camisa rompiendola a la mitad- Uy perdón creo que ahora apesar de manchada de sangre ya no tienes camisa- no había duda que era un comportamiento fuera de lo habitual por parte mía, pero había algo en el que me hacía actuar así, tal vés a la defensiva o ¿iniciativa?- le sonrio de una manera muy poco común quedando aún a una distancia practicamente nula.

Siento como el calor de mi propia sangre invade mi boca por el golpe que me he propiciado, tiene un sabor metalico compruebo al lamer mi labio para limpiarla después de ver como me abraza, mancha y rasga mi camisa dejandome semi desnudo.

Su acción me complace, me excita, y sus interminables contestaciones a mis provocaciones me provocan, me encienden y hacen que sienta ganas de seguir con ellas.

Deslizo mi lengua por mi labio inferior impregnándola de sangre y aprovechando el escaso espacio que hay entre los dos la dejo recorrer sus labios para que pruebe su sabor y lo miro con deseo, un deseo que aún no se identificar muy bien ya que siento las mismas ganas de golpearlo pero también de poseerlo.

Me mira extrañado mientras lo observo.

- Qué pasa musiquillo. Empezaste tú el juego ¿o no? - le digo mientras mis brazos rodean sus costillas con fuerza, estrujandolo, viendo en su rostro una pequeña muesca de dolor.

Cuando se pasa su lengua por mi labio no puedo evitar
colocar mis brazos en sus hombros tratando de separarme cosa meramente
imposible al probar aquella sustancia que comenzaba a nublar mis sentidos
lentamente, entreabro mi boca sintiendo como su lengua sin quererlo se
introducía apenas ligeramente atrapando la punta con mis dientes de manera
brusca mirandolo con extrañeza a los ojos al verlos ligeramente dilatados, no
cabía duda que lo disfrutaba y eso no podía negar que me asustaba un poco- por
qué me miras así pervertido?- mirandolo con desprecio ante esa mirada poco común
de un hombre hacia otro hombre.
Escucho con atención sus ultimas palabras y enfurezo- Yo no emepecé nada
idiota- sintiendo como casi instantaneamente me abrazaba asfixiantemente y
entrecerrando los ojos solo un poco ante ese movimiento tan brusco y posesivo-
Sueltame ya!!!- exijo tratando de aflojar un poco su agarre y cuando por fin lo
logro rozó con fuerza mi rodilla con su virilidad haciendolo doblar aunque por
alguna extraña razón no me soltaba- Sueltame…- susurro más calmado sintiendo un
raro cosquilleo en mi abdomen al verlo ahí con su camisa rota y sus labios
ligeramente enrojecidos por la sangre que hace poco tiempo pareció dominarlos-
No me subestimes Aioros…- última provocación de mi parte al tratar de deshacer
su abrazo y sintiendo un escalofrio al verlo levantar la mirada con esa lujuria
reflejada en su rostro- Eres un maldito masoquista, SUELTAME!!!- susurro
nervioso, no sabía como reaccionaría pero no le daría el gusto de verme temer…

Se arquea tratando de liberarse de mi agarre sin conseguirlo, lo único que logra es provocarme más y instarme para que le sujete con más fuerza.

- ¿Pervertido yo? - le digo con sorna - si mal no recuerdo eres tú el que me arrancaste la camisa y ahora no puede sacar los ojos de mis pectorales.

Se enfada y logra separarse minimamente cuando propina un rodillazo a mi entrepierna y lo que consigue es hacerme doler y cabrearme.

- ¿Que tratas de conseguir? - le pregunto ironicamente y lo tiro al suelo en un golpe seco.

Me agacho y al tiempo que una de mis rodillas se para en el suelo, la otra se clava en sus costillas haciendole dar un grito de dolor que para que negarlo. Me excita... Provoca que la lujuria que ya había en mis ojos, se reparta por todo mi cuerpo y presa de ella, rasgo su camisa para dejarle en mis mismas condiciones cuando veo que su rostro empieza a cambiar, parece que tema algo, pero en algún instante, diría que también lo esta disfrutando.

- Masoquista... Eso es algo que aún no he probado - digo pellizcando una de sus tetillas.

Grita, aunque se podria decir que este último mas que un grito fue un gemido de placer. saco mi rodilla de sus costillas y en un acto reflejo, retengo sus manos contra el suelo, ya me demostró que no dudaría en golpearme, así que seré más prudente mientras terminamos de definir la situación.
Miro a sus ojos fijamente, estos brillan, la ira se refleja en ellos, estar así, sometido, a mi merced, no le gusta y lo demuestra revolviendose en el suelo y tratando de propinarme alguna patada que esquivo con facilidad.

Él sigue en su empeño mientras mi ser sucumbe a la tentación y tras acercarme a su boca y detenerme delante de ella para meditar mi siguiente acción le beso con fuerza, casi obligandole a corresponderme, cosa que por el momento no hace, abre sus ojos sorprendido y trata de separarse.

Desvío su mirada ante aquellas palabras no puedo creer que haya sido
tan obvio mas no lo pude evitar, cuado me tumba en el piso no pueso
evitar poner una mueca de dolor y más al sentir sus rodillas
oprimiendome con fuerza las costillas generando que un ligero grito
saliera de mis labios- Eres un amimal- susurro al sentir como razgaba
mi camisa con un poco de miedo al desconocer sus intensiones aunque
por optro lado no puedo evitar que los escalofrios que provocan sus
manos me hagan temblar.

Pellizca mis pezones a lo cual me remuevo por la mezcla de sensaciones-
Sueltame- susurro emitiendo un gemido suave tratando de quitarlo de
encima a lo cual toma mis manos con fuerza impidiendo mi movimiento a
lo cual solo observo con furia su rostro- Sueltame ya Aiorors no
estoy jugando- susurro molesto al ver sus labios aproximandose a los
mios y tomandolos a la fuerza, insintivamente trataba de alejarme
incluso morderlo pero no se detenía haciendo partícipe de la danza de
su lengua, poco a poco sus movimientos se fueron tornando mas bruscos
incluso dolorosos y fue entonces cuando entrecerré los ojos y terminé
por aceptar aquel beso correspondiendo lo menos posible.

Una vez que este finalizo en un audaz movimiento poso mis piernas por
su cadera dandole la vuelta y quedando yo arriba de él, con mis manos
aún presas por las suyas y mi mirada con sorpresa y enojo- Ya me puedes
soltar?- pregunto retador colocando mi peso en mi rodilla izquierda y
poniendola en su virilidad para lastimarlo cosa que logro con una
facilidad increíble viendo aquella mirada que comenzaba a dilatarse y
sin poderlo evitar una media sonrisa se posó en mis labios ante tan
esena- Lo disfrutas?- pregunto burlón al ver su rostro- Eres un enfermo
y masoquista- susurro sin más frunciendo el ceño...

Oigo los gemidos que evocan sus labios provocados por mis bruscas caricias y caigo vencido por un momento, olvidandome del lugar, de todo y de todos, con la lujuria que me invade por completo al tomar sus labios impregnados con mi propia sangre y obligandole a corresponderme casi a la fuerza, convenciendole con la habilidad de mis labios y de mi lengua.

Aprovecha mi distracción y rodea mi cadera con sus piernas, pensando yo que quizás se estaba relajando, cuando me voltea y me tiende en el suelo, justo como yo le tenía hacía un instante, pero aún reteniendolo por sus manos las cuales no dejo de agarrar.

- ¿Puedes soltarme? - me pregunta y trata de convencerme, de darme motivos para que lo haga poniendo su rodilla izquierda sobre mi miembro, provocandome ese dolor nuevamente, cosa que no me hace perder la compostura, no me verá suplicar o rogalre para que deje de hacerlo.

- ¿Lo disfrutas? - me pregunta con una sonrisa de medio lado - eres un masoquista, un enfermo - añade volviendo a provocarme.

- Enfermo y masoquista... Orfeo, no soy yo el que está sonriendo - me burlo sin reparos aunque esté en juego mi intimidad.

Frunce el ceño, lo cual le da un toque muy atractivo y sin más lo jalo de los brazos y atrapo sus labios en un nuevo beso. Beso que no puede evitar al retenerlo de sus manos y ejerciendo gran presion que apesar de ser yo el que está en una posición desventajosa.
Siento como va cediendo y deja de tratar de soltarse, lentamente, pero al final, lo hace. Es cuando entonces dejo mi amarre y lo suelto esperando que no salga corriendo, rodeando su espalda con mis fuertes manos y sintiendo como el lleva las suyas a mi pecho desnudo, el mismo que él hizo que estuviera en ese estado cuando nos separamos de ese beso.

- Y bien Orfeo... ¿Logré convencerte o aún deseas marcharte?

No puedo negar que me entregué por completo a las sensaciones que me hacía sentir al besarme, el golpe que amenacé con dar quedo en el olvido al recargar mis rodillas a sus costados para facilitar todo aquello, logro soltarme y jadeante me separo un poco escuchando sus palabras y mirandolo a los ojos- Acaso me estabas convenciendo?- pregunto tornando a besarlo mordiendo sus labios con fuerza haciendo que brotasen algunas gotas de aquel vital fluido color escarlata.
NO sabía porque estaba correspondiendole siendo que hace unos instantes lo odiaba a muerte y ahora había pasado al lado contrario, sentía un deseo recorrer mi cuerpo al tenerlo tan cerca, sus palabras y caricias me excitaban de sobremanera sin que pudiera evitarlo y no entendía como podía estar sintiendo eso por alguien como él y en las circunstancias en las que se estaba llevando a cabo ¿Sadismo? ¿Masoquismo?... Aunque bien no puedes descartar la posibilidad hasta comprobar que no te gusta...- Y que tal si decido irme?- pregunto altanero arañando con brusquedad y sensualidad su pecho- Que pasaría?- susurro retador a su oido...

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Informe de Dirección :

Les comunico que el plazo de su historia se ha extendido, como consecuencia de que tuvieron algunos problemitas para concretarla a tiempo.

Su plazo vence el 16/07/08. Si llegaran a precisar más tiempo, favor solicitar prorroga en :

https://secretlovers.foroactivo.com.es/solicita-tu-profesor-f76/nos-estamos-preparando-para-comenzar-las-clases-t116.htm

Muchas gracias por su atención y que se diviertan mucho.

Atte :

Secret Lovers University

Empieza a relajarse, correspondiendo a mi beso y sentandose sobre mi dejando de ejercer presión sobre mi entrepierna con su rodilla. Después es el quien repite ese contacto que resulto ser muy placentero besandome profundamente y mordiendome haciendo que mi labio inferior sangre de nuevo, dandome a probar nuevamente mi sangre y compartiendola con él.

- ¿Y que pasa si decido irme? - pregunta altanero y acariciando fuerte mi pecho, tanto que clava sus uñas en el dejando unos ligeros rasguños en mi cuerpo.

Esos rasguños pican, me escuecen, me hacen sentir un dolor placentero, uno al que ya me he acostumbrado por la brusquedad de sus actos a los que empiezo a acostumbrarme.
Se inclina hacia mi boca para besarme de nuevo y aprovecho para rodear su fina espalda con mis fuertes brazos y lo volteo para recostarlo contra el suelo.

Lo miro con mis ojos pervertidos y lo beso profundamente, recorriendo con mi lengua que primero choca con sus dientes, y a la que luego deja adentrar para luchar con la suya enroscandose en un duelo.

- Eres libre de irte - le digo haciendo un puchero.

Me estiro sobre su cuerpo haciendo que sienta mi peso sobre él y clavo mi cadera en la suya para que descubra la dureza de mi sexo despierto. Deslizo una de mis manos por su torso desnudo y llega a su trasero el cual pellizco provocando que su cadera salte involuntariamente lo cual es muy placentero.

Sonrio ante aquel infantil puchero sintiendo como se acomoda entre mis caderas y sintiendo un incomodo bulto rozando el mio con fuerza- ahhh...- un gemido sale de mis labios suavisando mis caricias en su pecho y acercandolo a mí en un dulce abrazo comenzando a besar su cuello, repasando mi lengua por toda la superficie que se erizaba al contacto dejando un calido rastro de saliva- Pues si no te interesa que me vaya lo hare- susurro con lascividad abrazando con más fuerza su cadera haciendo presión en su miembro y sacando un gemido ronco de sus labios callandolo con los mios en un rapido beso.

Pideme que me quede y lo haré- susurro meloso en sus labios mientras mi mano derecha baja veloz por su abdomen llegando a su intimidad cubriendo su miembro con mi mano por encima de la ropa y comenzando a acariciarlo, jalandolo con un poco de fuerza, sintiendolo endurecer al límite y escuchando los continuos jadeos de mi compañero- dimelo- susurro excitado aún con su peso completamente en mí...

- Que te pida que te quedes... Creo que prefiero convencerte de que lo hagas - contesto a sus palabras mientras lo miro con lascivia en mi mirada.

En ese momento un sinfin de ideas recorren mi mente, pervertidas casi todas, aunque también sensuales para oire jadear, oirle disfrutar y sea él el que pida más y más.

Sin pensarlo ni un instante, mi mano se apoya sobre el suelo y la otra rodea su espalda para atraerloy dejarlo sentado sobre mis piernas, obligandome a verme de frente. Lo suelto y ya sin pucheros, vuelvo a apoderarme de su boca mientras mis dedos deshacen el cierre de su pantalón. Ahora que dejó la trifulca inicial de cuando llegó a avisarme, creo que pasaremos juntos un momento divertido.
Sus pequeños suspiros quedan ahogados en mis labios, oyendolo respirar fuerte por la nariz por la falta de aire cuando le dejo que recupere el aliento y me concentro ahora en su oreja cuando al desviar ligeramente su rostro en un reflejo yo atrapo el lobulo para despues deslizar mi lengua dentro de ella. La retiro un momento, solo uno para poder susurrarle algo...

- ¿Y, vas cambiando de idea o debo seguir dandote motivos para quedarte? Te convenceré sin dudarlo, soy muy testarudo y tengo poca paciencia como has podido comprobar antes, así que no demores en decidirte, porque puedo reaccionar de un modo inusual...

Debes de darme mas motivos- susurro divertido al escuchar todas sus palabras- Un modo inusual?- una de mis cejas se arquea y susurrando las palabras sobre sus labios ya que debido a la posición un tanto "incómoda" no podía dejar de estar agitado por muestras tan significativas de pasión- me gustaría saber cual sería ese modo inusual- sonrio retador levantandome unos momentos para deshacerme del pantalón el cual había solo desabrochado, una vez expuesto solo con el ajustado boxer negro me
coloco nuevamente encima de él tomando su mano y colocandola descaradamente en mi miembro- creo que deberás reaccionar de un modo inusual- jadeo provocativo tomando su mano entre la mia y estimulandome con ambas con mis mejillas ligeramente sonrosadas y pensando "Dios... habremos cerrado la puerta???"...

Me provoca abiertamente, pidiendo más motivos para quedarse, y como que me llamo Aioros que voy a darselos, tantos que lo que no querrá es separarse de mi ni un momento para poder repetir una y otra vez.

Se levanta solo un segundo y se saca su pantalon, dejandome algo sorprendido, para que negarlo, pero aún puede sorprenderme más, vuelve a sentarse y toma mi mano para empezar a frotarla contra su sexo descaradamente.

Un gemido profundo que apago con mis labios al atrapar los suyos, recostandolo contra el suelo al ejercer algo de presion y volviendo a mi posición privilegiada, la misma que cuando todo este juego empezó.

- Vaya... ¿Así que te gusta que te soben? - pregunto retoricamente - no te preocupes, no quedará ni un solo poro de tu piel por el cual mis manos no hayan pasado.

Sus ojos parpadean insinuandose, realzando su belleza cuando tras darle un suave besito, me preocupo de cumplir las palabras que he dicho empezando a recorrer todo su cuello con mi lengua, dandole suaves mordiscos, algunos algo más fuertes que dejan una pequeña señal en su piel que enseguida desaparecerá. Mi diestra se desliza por su abdomen, recorriendo cada musculo y cuando llega a su entrepierna, bruscamente bajo su boxer dejando un invitado presente, uno que se queda parado y babea pidiendo atenciones las cuales no tardaré en darle, solo lo degustaré primero con mi lengua y luego me concentraré en dejarlo exahusto.

Termino de recorrer su cuello cuando lo miro de reojo y lo veo con sus preciosos ojos apretados, sintiendo cada roce y cada contacto, gozando y viendo esto, continuo mi camino y llego hasta su pecho y me detengo en sus pezones que están endurecidos y le oigo gemir, jadear, respirando muy agitado, agitación que aumenta al tomar su sexo con mi mano para complacerlo...

Al sentir su mano en mi intimidad jalandola no puedo evitar hechar mi cabeza hacia atras cerrando mis ojos al sentirlo nuevamente arriba de mí- no... ahhh... no creo que puedas hacerme cambiar solo con eso- digo en tono burlón busacando provocación y susurrando grotesco- es todo lo que tienes???- sonriendo al lograr mi objetivo de hacerlo enfadar, siento como se detiene con brusquedad sacando un gemido de mi boca y aprovechando su estado para llevar mis manos a su pantalón y quitarselo lo más rapido que puedo- no me gusta la desventaja- susurro sensual al verme completamente desnudo y sintiendo un poco de frio ante el clíma que no precisamente era cálido.
Vaya, vaya… creo que al escritor fracasado se le acabaron las ideas- susurro retador soltando una carcajada ante mis palabras y su rostro sorprendido y comenzando a colorarse por la provocación, le abrazo por el cuello para atraerlo hacia mí quedando totalmente cerca y acercandome a su oido para susurrar- Hazme tuyo…- besando su cuello con lascividad y sintiendo un moviemiento brusco y su mirada intimidante en mí, una parte de mi pensaba que no era conveniente jugar con fuego…

- Musiquillo de la lyra - le susurro - yo no caeré en ese juego absurdo de la provocación. Si quieres te vas, pero a ver que haces con ese pequeño problema que llevas entre las piernas - digo agarrando ferozmente su sexo sacando un gemido muy sonoro de sus labios - te aseguro que lo pasarás bien.

Me mira de un modo insinuante y no se como, consigue sacarme el pantalón para susurrarme que no le gusta la desventaja. Luego, añade algunas palabras que lejos de ofenderme, causan en mi un ligero sonrojo, sonrojo de ira, por que demonios no deja eso, quizás no sepa otra forma de seducir a la gente, quizás solo sabe ofenderla.

- Hazme tuyo... - susurra a mi oido tras abrazarse a mi cuello y quedando casi pegados.

Lo intimido con la mirada, no me gusta que me ataquen, más si no tienen motivos, pero en cuanto empieza a besar mi cuello de ese modo tan lascivo porvocando que se erize toda mi piel olvido toda clase de provocaciones y me limito a complacerle, tanto que se arrepentirá de sus palabras.

Mi mano se desliza por todo su cuerpo y regresa a su sexo que palpita al sentir como lo rodeo con mis dedos.

- No temas - le digo acariciando su mejilla dejandole sentir todo el peso de mi cuerpo - después de esto, querrás repetir una y otra vez - susurro a su oido travieso.

Le beso profundamente, solo para tranquilizarle, para relajarle ya que vi un atisbo de preocupación en su cara. Dejo sus labios después de probar y degustar nuevamente su boca con mi lengua y desciendo de un modo precipitado, ansioso por llegar a ese punto de su cuerpo que clama por ser atendido.

Me acomodo entre sus piernas abriendolas suavemente con mis manos y sin esperar ni un segundo más lamo ese miembro que permanece erecto y duro como una roca. Mi lengua caliente, recorre toda la extension oyendo como empieza a jadear y a respirar agitado, soltando un gemido que retumba por el aula cuando lo meto completamente en mi boca.

Muerdo su punta mientras acaricio sus tetillas firmes y duras, sintiendo como posa sus manos en mis cabellos y se retuerce de placer mientras acaricio su peritoneo. Después, llevo uno de mis dedos a su boca y tras mojarlo con su saliva, lo froto con circulos sobre su entrada que se contrae en un principio y luego palpita pidiendo más.

- ¿Todavía deseas irte Orfeo? - le pregunto y sin darle tiempo a contestar mi dedo entra en su cuerpo...

Me provoca y sus continuas palabras hacen que encienda en lujuria al pensar todo lo que podriamos hacer, después de varios instantes comienza a succionar y lamen mi miembro el cual clama por sus labios y yo solo puedo jadear por el placer recibido, muevo ligeramente mis caderas esperando de acelerara un poco sus acciones las cuales me inundaban de placer, sus palabras entran como un suspiro en mis oidos sin poder fijar mucha atención a causa de que comienza a jugar con mi entrada cosa que me tensa al imaginar lo que tiene planeado, juega conmigo para que no diga nada ni oponga resistencia, aunque no lo quiero soy su presa.
Es hasta que me pregunta si quiero irme y entra sin mayor alardeo dentro de mi sacando un gemido dejando ver mi sorpresa gritando y removiendome un poco ante la incomoda interrupción- AHHHHH... NO... YA NO QUIERO IRME...-susurro excitante al sentir que comenzaba a moverlo en circulos con gran habilidad y haciendo que esa molesta poco a poco se tornara en una deliciosa necesidad.
AHHHH AIOROS!!!- levanto ligeramente mi rostro para verle y sonreir ante sus ojos que comenzaban a dilatarse- mas... mas rapido...- susurro en súplica sintiendo como casi inmediatamente se adentraba en mi interior un segunto dedo a lo cual mi espalda se arqueo ligeramente, entreabro mis piernas un poco mas para facilitar aquella tarea mientras mi miembro no deja de ser estinulado por sus labios haciendome así olvidar el dolor y rapidamente convirtiendolo en oleadas infinitas de placer al adentrarse un tercer dedo...

- AHHHHH... NO... YA NO QUIERO IRME... - susurra, casi grita - ¡¡AHHHH... AIOROS...!! - ahora si gritando al sentir como entro con extrema facilidad en su cuerpo.

Se incorpora lentamente apoyandose sobre sus codos cuando me pide más accion, a lo cual yo estoy encantado y dejo que un segundo dedo entre en él y se arquea por mi intrusion pero sin dejar los jadeos... Sigo deleitandome con su sexo que ya empieza a dejar salir los previos fluidos al climax y abre sus piernas dandome mayor facilidad de maniobra y se lo agradezco dejando que un tercer invitado se una a la fiesta...

- AHHHH... - gime como un loco mientras muerdo su miembro y agarra algo furte mis cabellos como queriendo llevar el control de los movimientos.

Incrementa el ritmo de su cadera embistiendo contra mi boca e intuyendo que su momento de culminar se aproxima me retiro a agarro fuerte con mi otra mano poniendo un dedo sobre la punta impidiendo que termine y arrancando un gruñido de su boca.

- Shhhh - lo callo con un susurro - no tenemos ninguna prisa... ¿cierto? - le provoco y veo su ceño fruncido - así enojadito te ves más bonito aún - le digo y me responde con un rubor divino...

Levanto mi cuerpo que se encuentra sobre sus piernas y lo dejo caer sobre el suyo con mi sexo excitado quedando entre sus piernas. Sonrio lascivo ante su mirada y le beso profundamente mientras mi miembro entra lentamente en su cuerpo sintiendo como lleva sus manos a mi espalda la cual araña.

- Ahhh... Orfeo, que estrechito... me encanta - jadeo a sus labios para después empezar a embestirle y morder su yugular que palpita llevando su sangre alborotada...

Tras lo acontecido me abraza y se posa arriba de mí penetrandome, mis brazos le abrazan y razguñan al sentir su hombria adentrarse- AHHHHHH!!!!!- grito sensualmente sintiendo como tras mirarme a los ojos se comenzaba a mover, mordía mi cuello con pasión y entrega, estaba más que seguro que al día siguiente tendría que cubrir las marcas que dejarían aquellas caricias, le escucho tras un gemido- Ahhh... Orfeo, que estrechito... me encanta- cosa que me excita demasiado abriendo mis piernas y sustituyendo los arañazos por besos y caricias a lo largo de sus pectorales- Mmmmhhhh... es todo lo que tienes?- digo sin evitar que los gemidos sean dueños de mis labios, me hacía suyo de una manera tan deliciosa que incluso hablar me era dificil.
Acelera sus movimientos, no había duda de que me excitaba provocarlo y verlo corresponder a todas mis palabras, mi sudor se mezclaba con el suyo y los besos eran cada vez más intensos- más... más rapido- susurro desesperado aferrandome a su cadera y acomodando algunos cabellos que caían pegandose a su rostro, sentía sus movimientos expertos satisfaciendo cada una de mis necesidades y mi miembro endurecido por la atención que le daban nuestros abdomenes jadeando y moviendome acompasado a cada uno de sus movimientos...

Sonrio con descaro ante sus contradictorias palabras...

- Orfi... Primero me dices que si solo te puedo dar eso y luego vociferas por más? - le digo embistiendo fuerte su cuerpo - pues si quieres más lo tendrás.

Salgo de su cuerpo, dejandolo completamente extrañado y me tiendo a su lado, el izquierdo y lo obligo a darme la espalda ante su asombro.

Dejo que su cabeza se apoye sobre mi antebrazo y alzo su pierna derecha para que me ceda el paso, el paso a mi duro sexo que clama por olver a entrar a su cavidad estrecha, apretadita, caliente...

Acerco mi miembro lento y de una sola estocada lo vuelvo a penetrar, ha hacerlo mio, ha hacerlo jadear, gemir, gritar hasta que estalle. Pero yo también deseo estallar, estallar con el invadidos por el placer, invadidos pr el deseo, la lujuria.

Gime como un poseso al sentirme tan repentinamente en sus adentros y lo rodeo con mi brazo, dejando su pierna apoyada sobre la mia mientras mi virilidad lo penetra continuamente.

- Que sucede Orfeo... ¿Acaso no querías más?

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