Aula de frances

Por suerte, el "accidente" no fue muy grave, aunque tuvo un interesante efecto en mi rebelde alumno, el chico se puso mas rojo que un tomate cuando le hice aquel comentario. Debo reconocer que a pesar de mi semblante serio, me divertian sus intentos de sacarme de mis casillas, del ultimo de los cuales creo que Seiya debia estar maldiciendose internamente, al descubrir lo que quizas en realidad pensaba.
-Gracias, el azul es uno de mis colores favoritos -le respondi casualmente- pero en cuanto a ti...

Seguia cerca de el, observandolo fijamente, sin quitarle la vista de encima, lo cual parecia desconcertarlo aun mas de lo que ya estaba. Sus ojos estaban clavados en el suelo y no se atrevia a mirarme, asi que pose un par de dedos bajo su menton y dirigi su rostro para que me mirara de frente y de cerca.
-No era al rojo de tu ropa al que me referia, Seiya.... -con la yema de los dedos acaricie sus labios y con la mano libre, la parte superior de un hombro- ... aunque es innegable que tambien te sienta muy bien.

Mi corazón se acelera al tiempo que sus caricias recorren mi cuello y mis hombros, haciendo que el sonrojo quede en un simple rubor, ya que el color de mi cara y mis orejas ya es casi morado de la verguenza.

- Ma... - balbuceo - a que rojo se referia... - pregunto tonto puesto que de sobras puedo intuir la respuesta.

Me revuelvo en la mesa, queriendo hacer algo y de pronto se me ocurre que yo tambien podría provocarlo, esperando no salir escaldado.

- Maestro... - susurro mirandole a sus ojos azules - digame... es verdad tambien el otro rumor de los franceses... - pregunto de nuevo como cuando empezamos la clase, pero alargandola - por que dicen que son grandes seductores, pero no me parece que usted sepa como hacer siquiera algo medianamente parecido - sonrio mirandole, esperando que eso al menos le enoje, que mi impertinencia de sus frutos - verdad que no maestro... puede que sea frances, pero usted, seguro que es la excepción que confirma la regla... - empiezo a reirme tan fuerte que el estomago empieza a dolerme y debo apoyarme en algo o caere al suelo muerto de la risa, sin darme cuenta, me apoyo en su pecho cuando me inclino hacía adelante, casi pegando nuestros cuerpos.

Desde luego que el chico no se quedaba corto a la hora de intentar provocar una reaccion mas fuerte por parte mia, lo cual me intrigaba enormemente pues no estaba seguro si se trataba de una simple tomadura de pelo o de algo diferente. Por las muestras que me habia dado hasta ahora y por el espontaneo enrojecimiento de su rostro, creo que la segunda posibilidad era la mas plausible, pero claro esta, no deseaba verme como un completo idiota o que intentara humillarme puesto que eso si que me haria aflorar mi mal genio.
El que se este riendo no me preocupa en demasia pues creo que no se trata mas que de bravado o de una posible reaccion nerviosa.

-Cuando termine, senor Seiya, quizas pueda explicarle algo -le dije en tono neutral.

Deje que se pasara un ratito hasta que ya aparecia mas calmado, aunque en todo ese tiempo no le habia quitado la vista de encima.
-Querido, se dice mucho de los franceses. En cuanto a que son buenos seductores, quizas ese no sea mas que un cliche inventado por alguien para exagerar esa caracteristicas. La nacionalidad no tiene nada que ver en cuanto al arte de la seduccion.

Me acerque mas a el y esta vez lo tome por la cintura, acercandolo a mi cuerpo y apretandolo firmemente, sin hacerle dano, pero lo suficientemente fuerte para que sus movimientos quedaran lo mas restringidos posible, aprovechando mi mayor estatura y corpulencia.
-Alors, mon cher... qu'est-ce que vous voulez savoir exactement? -le susurre a su oido- viniste a aprender frances o tecnicas de seduccion?

Mi rostro estaba muy cerca del suyo a apenas unos centimetros de separacion. Sin dejar que me contestara a la pregunta anterior pues me estaba muriendo de curiosidad por saber a que se debia su comportamiento y si este jueguecito nos llevaria a alguna parte o tan solo se trataba de un alumno haciendome perder el tiempo.
-Dime, Seiya, como se supone que deberia seducirte?

En medio de mi ataque de risa, sus palabras me hacen nuevamente perder la calma, estremecerme de un modo que ni yo crei que podria estremecerme.

Se acerca a mi, tomando mis caderas, pegandome a su cuerpo quedando tan cerca que mis brazos tocan todo su pecho, dejando mis manos apoyadas sobre sus pectorales, sintiendo su corazón latir al ritmo de una armoniosa melodia. Melodia que sin saber demasiado por que me hace enrojecer, provocando que mi corazón al contrario que el suyo, empiece a latir muy fuerte.

Pienso en como responder a sus preguntas, debanandome los sesos para hacerlo sin caer con las dos patas sobre la broma que yo quise hacerle, viendome presa de los nervios al escuchar la última, al levantar mi cabeza asombrado al oirle, quedando ensimismado por sus ojos unos momentos hasta que digo lo primero que se me pasa por la cabeza.

- Maestro... - susurro mas timido que bromista - ¿acaso podria? - le miro más fijo aun, frunciendo el ceño, pensando en por que demonios estamos tan pegados, haciendo una mueca graciosa al momento que no logro descifrar el por que esa situación, que esté pegado a mi me pone tan nervioso, tan ansioso...

Siento como se estremece entre mis brazos y como se va enrojeciendo su piel, lo cual le da un toque extremadamente sensual. Lejos de parecerme un muchachito irritante que vino a hacerme rabiar o tratar de matar el tiempo porque no le quedaba otro remedio que tomar la clase, Seiya se estaba volviendo de cada vez mas interesante. Ademas, de que el chico fisicamente no estaba nada mal.
Claro que aunque los dos fueramos mayores de edad, eso no quitaba un pequeno problema, pues estaba seguro que seria exceder mi autoridad el llevar a cabo algo que no tuviera relacion alguna con la clase de frances. Las relaciones profesor-alumno debian mantenerse lo mas profesionalmente posible, pero el chico no hacia mas que incitarme y a pesar de mi caracter serio, debo reconocer que no estoy hecho de cemento armado.

-Tengo la capacidad de hacerlo si es eso lo que preguntas, Seiya -le dije aun en la misma postura- en cuanto a ser legal, hay un problemilla ya que soy tu profesor. Pero en lo referente a tener consentimiento por parte tuya... eso es algo que solo tu puedes responder, mon ange.

Levante su barbilla y acerque mi rostro al suyo, posando delicadamente mis labios sobre los suyos por un par de segundos.
-Tu decides... es a eso a lo que te referias antes? -le pregunte no muy inocentemente.

Una nueva sensacion recorre mi cuerpo en este encuentro, en esta clase que se esta convirtiendo en algo muy interesante.

Mi cuerpo se tensa al momento que sus labios se posan sobre los mios, me estremezco estrechando mis dedos sobre su pecho, aferrandome a su camisa semi abierta, cerrando mis ojos, sintiendome muy extraño, sintiendo un calor en mi cuerpo que me recorre de pies a cabeza cuando se separa y vuelvo a abrirlos, quedando embobado, quedando perdido en esos mares, en esos labios cuando me hablan.

Pregunta y siento mi corazón acelerarse, queriendo que si lo haga, deseando que repita ese contacto que tanto me ha gustado, pero mi vena orgullosa, no puede dejar de salir a flote y me hace decirle algo que espero que entienda.

- Maestro... - le miro a los ojos temblando de nervios - creo que eso es una excusa, que necesita mi permiso... - pongo mi dedo indice en mi barbilla de un modo gracioso para seguir hablandole - yo creo que no sabe como hacerlo... - me sonrojo recordando ese delicioso beso - pero está bien... estoy de acuerdo... - sonrio poniendome rojo como un tomate, tratando de ocultar mis deseos pero esperando que lo entienda, esperando que vea en mis palabras que deseo que lo haga - le doy mi permiso para que lo intente... pero creo que no podrá... - le vuelvo a mirar a los ojos, ansioso más que otra cosa, mordiendo mi labio inferior con una media sonrisa en medio del sonrojo.


______________________________________________________________________________________

Una enorme disculpa por la demora... U///u

El chico tiene su orgullo, de eso no cabe ni la mas minima de las dudas y esta tratando de mantener la situacion bajo SU control. Desgraciadamente para el, su corta edad y posible falta de experiencia se lo impiden; no es que yo sea ningun super-ligon, simplemente es facil leer sus reacciones porque me las esta telegrafiando con sus movimientos involutarios, el ligero temblor de su voz y el tratar de hacerme ver lo que en realidad no es.

-Hummmm... tal vez tengas razon y no pueda -le dije algo cruelmente apartandome de el- de todas formas esta es una clase de frances, no de seduccion ni nada por el estilo.

Me sente observandolo, durante unos minutos que debieron parecer siglos me limite a escrutinizar al chico con la mirada. El joven habia logrado llamar mi atencion, eso estaba mas claro que el agua y digamos que en cierto modo, yo era quien habia perdido el control puesto que mi comportamiento no era exactamente el de un profesional. No obstante, no podia negar que el chico me gustaba y sobretodo me gustaba esa venilla rebelde que mostraba pues en realidad no me parecia mas que una fachada para ocultar una cierta vulnerabilidad que lo hacia verse de la forma mas encantadora.

Volvi a levantarme y me acerque a el de nuevo con cara de jugador de poker.
Rapidamente volvi a tomarlo entre mis brazos y esta vez mi beso fue avido y demandante, hasta que los dos casi nos asfixiamos.
-Aunque creo que lo que dices es una cosa- dije tras aquel beso que fue seguido de otro mas corto- pero tu cuerpo me envia senales que dicen lo contrario.

Bese de nuevo sus labios largamente, sin prisas, introduciendo lentamente mi lengua es su boca y esperando que el hiciera igual. Entretanto mis manos acariciaban su rostro, su cabello y su cuello.
-Estas seguro que no te gusta?, tal vez sea que tienes miedo a continuar, mon cher. -le susurre al oido.

Me tenso cuando se aleja, sintiendo hasta frio cuando una corriente me recorre todo el cuerpo y me mira de ese modo que me descoloca y me hace poner más nervioso de lo que ya estoy.

Pienso rapidamente, tratando de saber lo que piensa al mirarme, queriendo controlar mis nervios y esa situación que ya no creo capaz de controlar como al pricipio, temiendo que no haya entendido mis palabras que en silencio le llamaban.

- Maes... - me dispuse a decir pero rapidamente sello mis labios con los suyos, devolviendome la paz, devolviendome el valor al creer que tambien disfruta de este momento tanto o más que yo.

El rubor de mis mejillas crece inmensamente ante sus afirmaciones, viendo que si entendio lo que deseo, pero me provoca, y eso me hace arder, me hace sonreir por que bajo mi punto de vista, está aceptando que la clase terminó y que empieza un juego que aun no tiene un claro vencedor...

- Miedo yo maestro... ¡¡JA... MAS!!! - digo con voz temblorosa cuando quise decirlo con firmeza cuando le separe de mi lado aunque no demasiado por que le retengo afeerandome a su camisa - Sí... sí que me gusta... - susurro avergonzado, mirando al suelo - y mi cuerpo quiere exactamente lo contrario de lo que mis palabras dicen...

!Por fin confeso lo que verdaderamente queria!. Tal como habia supuesto el chico se siente atraido hacia mi, para eso no hace falta ser un genio y menos aun con los sutiles y no tan sutiles mensajes "telegrafiados" que me enviaba; ademas de que, a riesgo de sonar como un total pervertido, tampoco me era Seiya indiferente. !Diablos!, !es un muchachito muy guapo!.

Lo mire atentamente y le sonrei. No lo hice de forma cinica, ni tampoco como si fuera una sonrisa victoriosa al darme la razon con sus palabras. !Nada de eso!, mi sonrisa era una simplemente de puro agrado. Entretanto tambien acaricie su mano para tratar de que suavizara su agarre y me la lleve a los labios para dar un beso en su palma.
-No es necesario que te agarres asi... No me ire a ningun sitio a menos que seas tu quien me lo diga, Seiya -murmure cerca de su oido mientras cubria su rostro de pequenos besos.

A pesar de mi apariencia tranquila, yo tambien sentia algo de nervios pues nunca habia hecho algo asi con un alumno y en parte era el temor a que nos pillara alguien de improviso, aunque tambien debia reconocer que la situacion se estaba poniendo de lo mas excitante. Todo dependia de cuan lejos ibamos a llegar y por supuesto, como buen caballero, jamas se me ocurriria abusar de mi posicion... !Espero no equivocarme!.
-Entonces sigamos... pero Seiya... si en algun momento no quieres seguir por el motivo que sea, solo tienes que decirlo- que te gustaria que viniera a continuacion? Quieres que sigamos aqui o nos vamos a otro sitio?

Mi corazón late muy deprisa al ver su sonrisa, una que es preciosa para que lo voy a negar. Pero suspiro algo más tranquilo al sentir que ambos deseamos lo mismo.

- Es... es por si acaso Mae... Camus... - me atrevo a tutearle - no vaya a ser que te arrepientas y te marches... - sonrio preocupado, temiendo que mi inexperiencia en estas lides sea un impedimento para que el disfrute y decida irse.

Sus besos repartidos por mi rostro, hacen que me tranquilice, que mis dedos suelten lentamente su camisa y que ese amarre se convierta en caricias lentas que acarician ese pecho tan fornido. Vaya con el maestro... caramba... será que se cuida meticulosamente... espero averiguarlo en breve!!!

- Quiero... quiero... No quiero que pares Camus... - le llamo por su nombre sin ningun reparo, mostrandome confiado, tranquilo y relajado - quiero que hagas lo que antes decias... demuestrame que puedes seducirme... - le digo provocandole, pensando en sus palabras - y me da igual seguir aqui... lo unico que se es que muero de deseos de que me hagas tragarme mis palabras... - me sonrojo tratando de aguantarle la mirada, tratando de no mirar al suelo - podemos trancar la puerta si quieres - sonrio modiendo mi labio inferior sin dejar de mirarle

-Ya te dije que no me iria... y no pienso hacerlo... -le susurre al oido- pero espera un momento...

Fui a asegurarme que la puerta estuviera cerrada con llave, que nadie pudiera mirar a traves del cristal, al igual que tambien cerre la parte baja de las ventanas. Por suerte, al estar en un piso alto desde fuera no podria vernos nadie, ni tampoco oirnos.
-Yo tampoco tengo inconveniente en que sigamos aqui... pero tampoco me gustaria que nos interrumpieran innecesariamente.

Seiya esta algo nervioso puedo verlo en sus gestos, como se muerde el labio inferior y los ligeros temblores que puedo notar cuando lo toco. Aun asi, su comportamiento es algo mas atrevido, pues por primera vez me llama por mi nombre de pila, lo cual me agrada enormente, este no es momento para guardar formalidades excesivas y no es acaso justo que el haga tal cosa cuando yo lo llamo por el suyo?

Tome con delicadeza su mano y bese lentamente sus dedos y su palma, atrayendolo lentamente hacia mi hasta que su cuerpo quedo pegado al mio. Con el otro brazo rodee su cintura, un tanto posesivamente.

- Aunque quisieras no podrías... - susurro muy flojito, esperando que no me escuche.

Y no podria por que pensaba retenerle... A ver si se cree que se puede ir así de rositas luego de provocarme... ¡Ah No!

Le veo alejarse nuevamente, si parece que me castigue cuando veo que solo se asegura de que la puerta no se abra y de que no nos moleste nadie.

- Sí... sería incomodo... imaginate... un jovencito seducido por su maestro... - sonrio sonrojandome más - que descarado... ¿verdad? - sonrio mirando como vuelve a mi lado y se apodera de mi mano que tiembla nerviosa, logrando que se calme con sus besitos que me erizan lentamente, con esa sujeción que me pega a su cuerpo y me deja sentir el calor que desprende cierta zona, aunque a estas alturas, creo que ambos estamos a punto de caramelo.

Le miro después de volver a apoyarme sobre su pecho y siento que me arrebato, dejando que vea hasta que punto deseo esto sin siquiera pensarlo.

Tomo valor, y un fuerte impulso y beso sus labios torpemente, desaforado necesitando renovar el contacto del que me está privando, haciendo que caigamos al suelo sin separar nuestros labios...

-Seria incomodo en efecto, pero no ilegal. A fin de cuentas tienes edad suficiente para dar consentimiento y en ningun momento te he obligado, ni te voy a obligar a hacer nada que no quieras, Seiya -le dije seriamente tras ese algo torpe beso ambos tumbados en el suelo.

Por suerte, la caida no fue demasiado aparatosa. Asi que en la misma posicion en la que estabamos volvi a besarlo profundamente, metiendo mi lengua en su boca, descubriendo con ella y saboreando hasta el mas recondito rincon, al igual que el hacia conmigo. Unicamente nos parabamos por unos instantes para poder respirar y repetir la secuencia una y otra vez pues en mi caso, el sabor de su boca me volvia loco.
Acariciaba su menudo cuerpo a traves de la ropa. Aunque algo mas pequeno que yo, no cabia duda que el chico estaba en forma, su cuerpo es muscular aunque no en extremo y perfectamente proporcionado. Tenia razon tambien al decir que las prendas de vestir que normalmente llevaba resaltaban sus torneados brazos y el color le sentaba de maravilla, contrastando con su piel ligeramente bronceada.

A su lado yo parecia un copito de nieve, pues habia crecido en una region extremadamente fria.

-Y dime, cuan lejos te gustaria llevar? - susurre a su oido mientras besaba su cuello y mis dedos hacian movimientos circulares a traves de la tela de su camiseta sobre su abdomen.

-Ni el mismisimo Hermes, el dios de la elocuencia, podria haberme dejado las cosas mas claras, mon cher.

Su provocativo gesto no me dejo indiferente, que digo no me dejo indiferente?, me encendio enormemente el ver como rasgaba parte de mi ropa y su rostro con esa expresion tan traviesa y tan deseable. Su exquisito beso, con su lengua pugnando con la mia y sus caricias sobre ese botoncito de piel tan sensible demolio toda reserva que antes tenia pues ahora no me dejaba con duda alguna, el chico queria llegar hasta el final.
Asi que mientras que nos besabamos, cole mis manos por debajo de su camiseta, repartiendo caricias por su espalda, recorriendola de arriba a abajo con las yemas de los dedos, tratando de hacer al igual que el conmigo, que su piel se erizara mientras que con la otra mano acariciaba su abdomen, subiendo lentamente la prenda.

Tras un rato fui removiendosela lentamente hasta que quedo en igualdad de condiciones conmigo. Me encantaba ver su bien moldeado cuerpo.
-Precioso.... -susurraba en apreciacion a lo que tenia a la vista mientras mordisqueaba su cuello.

Mi piel responde a sus caricias erizandose, estremeciendo todo mi ser, siendo yo consciente de que en esto, seguro tambien puede enseñarme muchas cosas que aun no se. Cosas que me causan una enorme curiosidad y que no se puede decir que conozca demasiado bien puesto que no creo que una noche de juerga, de borrachera en la que acabe con alguien el la cama, noche que ni recuerdo que hice, o lo que deje de hacer.

Sonrio, sintiendo que me sonrojo cuando sus caricias le llevan a sacarme mi camiseta roja, a dejarme semi desnudo encima suyo mientras mi cadera se mueve como si fuera lo más normal del mundo sobre su cuerpo, notando ya que ese calor que desprendia hace unos momentos es ahora como puro fuego sobre mi trasero. Fuego y fuerza que siento al notar esa dureza bajo mis nalgas.

- Camus... - me inclino y le miro a los ojos, sacando mi lengua para acariciar sus labios con suavidad pero sin besarle - dime... me darás clases en esto? - le pregunto queriendo burlarme, pero sabiendo que seré más bien torpe puesto que a pesar de que no es mi primera vez, siento la extraña sensacion de que lo és - quizás me darás indicaciones de lo que no haga bien... - susurro cerrando mis ojos, besando sus labios muy despacio, sintiendo que mi cuerpo empieza a temblar por los nervios repentinos que siento ante la expectativa de no saber si lograré corresponderle como se debe.

-No te preocupes, por ahora vas muy bien -le dije en respuesta a ese gesto tan sensual, mientras que me entretenia besando lentamente su cuello- de todas formas, precioso, nada de esto es una ciencia exacta. Creo que lo mejor es que no te preocupes en exceso sobre si lo haces bien o mal, eso es precisamente lo que debes evitar.

Su siguiente beso fue tierno y muy placentero gracias tambien al contacto directo de la piel desnuda de ambos. Placer aumentado por sus continuos roces contra mi hombria, la cual estaba endureciendose de forma algo evidente bajo la tela de mi ropa, al igual que podia notar, aunque en menor medida debido a la posicion en la que nos encontrabamos que a Seiya le ocurria igual.
Aunque mi mas basico instinto me acuciaba para que lo desnudara por completo, no queria apresurar demasiado las cosas, a fin de cuentas un momento tan exquisito debe saborearse en toda su plenitud, asi que por ahora me contente simplemente en pasar una mano para masajear su firme traserito y a acariciar su torso con la otra, bajando lentamente hasta su abdomen y entreteniendome alli.
-Tu dime si algo de lo que hago no te gusta...



-

Sonrio por su respuesta, respuesta que me deja mucho más tranquilo mientras no dejo de regalarle caricias en sus labios con los mios, mientras mi trasero travieso siente sus manos deslizarse sobre él dandome un placer exquisito.

Sin queres, al contacto de sus manos doy un brinco y quedo parado en mis rodillas unos segundos notando su mano que se va más abajo por mi repentino saltito, mano que se posa en un lugar que me hace recobrar ese tono rojo que mi rostro tenia mientras me seducia, mientras tonteabamos para decidir cuando pasabamos a otro tipo de "clase".

Vuelvo a sentarme sobre su sexo que realmente ya siento muy hinchado y acalorado cuando su pregunta me hace sonreir, pero enrojecer mucho más.

"Hacer algo que no me agrade... ¿Se ha vuelto loco?" pienso para mi mismo, necesitando hacerle saber de algun modo que no sucede tal cosa.

- Emmnn... Camus... verás... - el tono de mi piel podria ser morado de la verguenza que empiezo a sentir por lo que pienso decirle - to... todo - titubeo unos segundos - todo lo que estás haciendo es muy placentero, me gusta mucho de verdad... - trato de ocultar mi rostro en mi pecho, sintiendo un calor en mis orejas que me hace arder, pero deseoso de seguir - Camus... que deseas que haga ahora... - susurro inclinandome, besando su cuello como hizo él antes, descendiendo por sus hombros los que acaricio despues de besarlos y seguidamente lamo sus claviculas para llegar lentamente a sus pezones los que pienso besar, pero antes me sonrio y muerdo mi labio inferior, mirandole de reojo a los ojos unos segundos antes de hacer lo que mi cabecita empieza a pensar.

Sus movimientos corroboran las palabras que me suelta, o sea, que le gusta lo que estoy haciendo. Para que negarlo? a mi tambien me encanta lo que hace el, sobretodo al notar la excitacion que se esta manifestando en un lugar de la anatomia que es mas que obvio. Sus movimientos se hacen tambien mas atrevidos
Su rostro se ha vuelto aun mas rojo, lo cual me hace sonreir algo lascivamente y que se me ocurran todo tipo de ideas, que quiza le gusten o que quizas no. En fin, todo es cuestion de experimentar y ver que ocurre.
-No preguntes.... !haz lo que desees hacer!....- le respondi algo severamente, en mi mejor voz de maestro- muestrame lo que eres capaz de hacer, mon beau eleve. Ya lo notaras si haces algo que me causa disgusto.

En todo ese tiempo no habia dejado de acariciar su bonito trasero mientras que el seguia con esos deliciosos besos sobre mi torso y sentia su traviesa lengua lamiendo mis pezones hasta endurecerlos. Mis manos fueron a parar a su cinturon, el cual retire lentamente.
-Lo que estorba, deberia quitarse de enmedio, no crees? -le dije guinandole un ojo.

- Mmmnnn... Camus... - susurro sintiendo sus manos en mi pantalon, sintiendo su dureza bajo mis nalgas - tienes razón... lo que estorba debe quitarse del medio... - sonrio incorporandome, acariciando su pecho, descendiendo mis manos a sus pantalones para abrirlos y dejar expuesto su slip que deja muy poco a la imaginacion cuando hago descender su pantalon hasta sus rodillas y acaricio descaradamente con mi mano su hombria - vaya Camus... hay que ver como estamos por aquí... - sonrio bajando tambien el slip, abriendo mis ojos de par en par mientras su sexo casi me apunta.

Muerdo mi labio inferior, mirandole directamente a los ojos, pensando en si pedir permiso, pero recordando lo que acababa que decirme.

- Camus... - me sonrojo - haré lo que yo quiera... y creeme que no te será facil detenerme... - sonrio acomodandome, haciendome entre sus piernas un hueco, tomando su sexo por la base y tras guiñarle un ojito beso ese miembro deseoso de atenciones, lamiendo despues la puntita lentamente mientras cierro mis ojos escuchando leves suspiros salir de sus labios.

-Tu apprends tres rapidement, mon cher....

Una lasciva sonrisa se formo en mi rostro cuando me encontre tal como vine al mundo delante suyo y con mi miembro ya en su boca. Con unos leves movimientos de cadera le incite para que su traviesa lengua la recorriera, dejandola humedecida, sumado ello tambien al humedo calor que su deliciosa boquita desprendia.
Entretanto me movi lo suficientemente sin perderme ni una sola de sus atenciones, para que mi ropa dejara ya de estorbar y abri las piernas un poquito mas para que se pudiera acomodar lo mejor posible.

-Y quien dice que quiero que te pares, precioso? -le di como respuesta a su anterior salaz comentario. El cual me agrado enormemente -mmmmmm..... !que delicia!...

No exagere en absoluto al decirle aquello, el chico sabia muy bien lo que hacia o quizas tan solo fuera instinto; fuera como fuera el caso es que varios puntos sensibles estaban siendo estimulados hasta el punto de que tuve que detenerlo.
-Claro que... ahora si que es necesario que te detengas... a no ser que quieres que todo termine ya.

Lo separe de mi y le ayude a incorporarse mientras que terminaba de desnudarlo pues no era justo que el aun me ocultara parte de su cuerpo. Una vez que lo tuve ante mi en toda su gloria, hice un gesto apreciativo y de nuevo tome posesion de sus labios y lo arrepegue aun mas a mi.
Cierta zona de su anatomia tambien, al igual que la mia, se encontraba endurecida y practicamente al maximo de tamano. Baje mi mano para posarla firmemente alli y tras un largo beso, susurre a su oido.
-Ya veo que no soy el unico con cierto "problemilla", no?

Una sonrisa algo traviesa adorno mi rostro mientras masajeaba su endurecido miembro con una mano y su trasero era acariciado por la otra.
-Algo en particular con lo que te gustaria seguir, mon cher? -le dije con un retintin en la voz.

El deseo se apoderaba de mi cuerpo, la lujuria recorria cada uno de los recobecos de mi cerebro mientras degustaba la hombria de mi maestro, sonriendome unos segundos por que alguien nos encontrara así, sabiendo que seria la directa expulsion y no solo para él, sino tambien para mi por conducta degenerada y el por abuso de poder.

Lo lamo, limpio con mi lengua su punta degustando ese nectar que sale cuando repentinamente me sacan de mi labor y hago un puchero extrañado, el mismo que haria si yo fuera un niño (cosa que no dista demasiado de la realidad) al que acaban de arrebatarle su caramelo.

Me obliga a levantarme y quedo frente a su rostro cuando sigue desnudandome, finalizando la labor rapidamente y tras mirar mi cuerpo de arriba abajo, toma mi sexo con su mano, haciendome sentir tanto placer que me arqueo y me pego a su cuerpo mientras me besa, casi atrapando su mano, sonriendome al ver su sonrisa despues de su elocuencia.

- Mmmnn... Mae... Camus... - jadeo tomando asiento sobre sus rodillas, dejando su erección junto a la mia - pues no sabria decirte... - sonrio imitandole, poniendo mi mano en su miembro y lo acaricio con cuidado - tu que sugieres? por que yo con mi paleta de caramelo lo estaba pasando muy bien y me la has quitado... - presiono sobre la punta, limpiando la semilla previa, llevando ese mismo dedo a mis labios sacando la punta de mi lengua para lamerlo - Mmmnnn... soy muy goloso... ¿lo sabias? - sonrio ampliamente - estoy "abierto" a toda clase de sugerencias, mon cher maître...

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Segun Google, eso significa apreciado profesor, jejeje Mi frances es malisimo wiiiii

-Alors, mon petit gourmand, qu'est-ce qu'on pourrait faire avec toi? -le pregunte algo salazmente- veo que tu frances ha mejorado enormemente, n'est-ce pas? Abierto a toda clase de sugerencias, eh?

El morbo de la situacion era increible, !por todos los dioses!, si nos pillaran in fraganti, !la que nos caeria encima!. Yo por lo menos, me veria de patitas en la calle y eso teniendo suerte de que no me llevaran a juicio por aprovecharme de un alumno. Normalmente este tipo de comportamiento esta completamente fuera de lugar conmigo, pero este jovencito, no se como se lo habra montado, ha despertado algo latente en mi que no puedo, y a decir verdad tampoco quiero, aletargar de nuevo.
-Tambien me gusto muchisimo lo que hacias antes, pero calma, querido Seiya, todo lo bueno se hace esperar.

Lo recoste sobre una de las mesas y separe sus piernas para que con ellas rodeara mi cintura mientras me echaba sobre el para besarlo en la boca lentamente y tener mejor libertad de movimientos para acariciar la parte frontal de su cuerpo. Dejaba que las yemas de mis dedos tocaran, a veces tan solo en un roce muy ligero, toda aquella expansion de piel, deteniendose en ciertas zonas sensibles. Al mismo tiempo besaba su cuello bajando lentamente hasta que llegue a su abdomen.

-Alguna sugerencia en particular? -le dije levantando momentaneamente la vista.

Me estremecía. Sus caricias se sentian deliciosas sobre mi piel.

Al demonio la clase de francés, ahora queria que este Frances, me mostrara lo que en realidad era.

- Mmmmnnn... pues así está muy bien - contesté - tus dedos arden, o será mi piel... - rodee su cadera con mis piernas, accediendo a su silenciosa peticion, sintiendo mi cadera brincar cuando sus dedos surcaron mi pecho y llegaron a mi ombligo que se movia agitado, acompasado con el movimiento de sus manos.

Me relajé, dejando caer mi cuerpo atrás sin despegar mis piernas de su cadera y apoyando el peso de mi espalda sobre mis hombros mientras ese hombre de mirada fría me analizaba.

- No tengo ninguna petición especial querido profesor, solo te pediria, que siguieras usando tu boca, tus manos y todo tu cuerpo en hacerme sentir ese estremecimiento que estoy sintiendo - terminé algo sonrojado por la excitación, sintiendo que deseaba más acción por que mi cuerpo ardía en deseos de caer desfallecido despues de lo que en este lugar acabara sucediendo...

-Allons-y, mon petit!.Il ne serait pas just de te faire attendre...

La postura en la que quedo y su lasciva peticion me encendieron aun mas de lo que ya estaba y teniendo en cuenta que mucha gente me considera frio y glacial en extremo, no era una tarea despreciable por parte de este joven alumno.
Me coloque entre sus piernas mientras besaba de nuevo su boca, solo que esta vez de forma mucho mas demandante que anteriormente mientras que no dejaba las manos quietas, moviendolas lentamente por los costados de su cuerpo y dejando que su piel se erizara.
Aquellos pequenos temblores me agradaban sumamente y me incitaban a seguir con algo mucho mas atrevido asi que deje que mis labios iniciaran un recorrido desde su cuello hasta que finalmente llegue a su abdomen y mi mano se dirigio a su hombria la cual acaricie apenas rozandola con la yema de los dedos.

-Tu tambien tienes un aspecto de lo mas apetitoso.... -le dije mirandolo a los ojos por un momento.#

Bese su abdomen rozandole levemente su erecto miembro y deje que una furtiva lamida lo tocara. Pero en vez de seguir alli cambie de direccion y dirigi mi lengua hacia la cara interna de sus muslos, con los cuales me entretuve lo que parecieron horas, aunque tuviera ganas de muchisimo mas... pero era mejor no llevar demasiada prisa.
Finalmente, la tentacion me pudo y me lleve su miembro a la boca para reciprocar las deliciosas sensaciones que senti anteriormente cuando el me dio placer oral. Mi lengua recorria toda su extension y humedecia aquella carne palpitante y mi boca le proporcionaba calor y humedad simultaneos.

Viendo que la excitacion iba en aumento por parte de ambos me pare por un instante. Languidamente deje que mi mano se posara en su miembro, sustituyendo a mi boca y uno de mis dedos buscaba un lugarcito muy bien escondidito pero que le causaria un enorme placer si me dejaba continuar.
-Seguro que quieres seguir? -le pregunte, aunque en si la pregunta no era mas que una mera formalidad.