Clase de musica (a reganadientes)

Este jueguecito esta resultando ser verdaderamente delicioso, sensual y excitante; esos labios carnosos sobre los mios y el juego de palabras en el que mutuamente nos provocamos me encanta, simplemente me encanta. De un rapido movimiento con mis pies me quite un zapato y despues el otro mientras que el me recostaba en la banca y me sujetaba para que no fuera a parar al suelo, una caida aqui habria resultado ser bastante aparatosa y hubiera sido un tanto embarazoso el tener que ir explicando a alguien lo que habia ocurrido.
Al sentir sus brazos alrededor mio pense que Orfeo debia tener bastante fortaleza fisicamente puesto que soy algo mas alto que el.

-No se trata de que no quiera hacer excepciones (me abrace a el acariciando su espalda y con el mismo tono de voz provocador) es que no se si se me dara bien el papel de nino modosito... Que me haria si me volviera aun mas travieso? -le pregunte en un tono de voz aun mas picante que anteriormente.

Que haría?... pues… tendría que pedirte de una manera muy dulce que no lo haga...

Me encanta esta ruda faceta de Orfeo y creo que ambos vamos a disfrutar enormemente de estos momentos, pues a pesar de la aparente dulzura en su tono de voz, su mirada refleja algo de malicia y quizas un poquito de lujuria.

y si no lo haces…tendré que obligarte Shura

La accion esta tomando ahora un curso muy interesante y mucho mas placentero, su traviesa mano se dirige hacia mi zona intima, la cual ya lleva un ratito algo endurecida, habiendo comenzado a abultar entre la restriccion de la ropa. Su lasciva sonrisa y su mirada llena de lujuria se clavo en la mia tratando de leer lo que sentia y debo reconocer que estaba acertando cuando me pregunto si me gustaba lo que estaba haciendo en aquel momento.
Me estaba torturando la barrera de la ropa pues aquel delicioso toqueteo me volvia loco y hacia que se me pusiera la piel de gallina, sobretodo cuando se paro y se dirigio hacia mi abdomen; creo que el tambien sabia que efecto estaba causando en mi y le divertia en cierto modo "hacerme sufrir".

Claro que, no queriendo ser menos, cole mis manos por debajo del estorbo que cubria su torso y su espalda, !diablos!, nunca se me habia hecho tan tortuoso el ir vestido o que otra persona tambien lo haga. Su piel era tersa y suave, agradabilisima al tacto y su cuerpo.... esbelto...!perfecto!. Mis manos bajaron despues de estar algo restringidas a su trasero para empezar a masajearlo.
-Y como va a obligarme?.... seguro que podra? -le pregunte en tono provocador.

Sus manos recorren mi espalda sintiendo sus frias manos, estremeciendome por completo ante sus caricias que se hacían cada vez mas bruscas y sensuales- Obligarte…- digo en susurro- te obligaría a obedecer de una manera muy poco convencional, algo sucio- exalo comenzando a abrir ese molesto boton de su pantalón hasta verlo seder por completo - aunque no sé si se podría considerar como un castigo ya que se nota a leguas que lo disfrutas enormemente- digo burlón comenzando a bajarlo muuy lentamente tratando de acariciar su piel a cada movimiento- me gustas… ya te lo había dicho?- enarco una ceja ante lo que acababa de decir, bastante rápido, pero era la verdad, lo podría negar pero… que mas daba, además esto apenas comenzaba

-No directamente, aunque seguro que no le gusto tanto a mi bello profesor tanto como el a mi...

Mi pantalon ayudado por sus manos comenzo un lento descenso que Orfeo aprovechaba para acariciar cada milimetro de piel que se encontraba a su paso. Mi querido profesor de musica sabe bien que de castigo esto tiene bien poquito pues adoro los estragos que esta causando en mi cuerpo con sus caricias y sus libidinosas palabras. Aunque quisiera negarlo, seria una autentica estupidez, aunque yo dijera que no, las senales no verbales que mi cuerpo esta dando hablan por si solas, particularmente concentradas en mi entrepierna.
Aun no habia quitado la ultima prenda, la cual era molestisima y hacia que mi ereccion me comenzara ya a doler. Si me hacia sentir asi y apenas habiamos comenzado, que ocurriria mas tarde?

-Profesor, eso no es justo yo ya estoy practicamente tal como vine al mundo, pero mi bello instructor aun esta completamente vestido... -me pegue un poco mas a el y comence a retirar su camisa muy lentamente -y que son esas cosas tan poco convencionales que me obligaria a hacer?

Susurro en su oido mientras mordisqueo su lobulo.
-Siento una enorme curiosidad por saberlo...

No dejo que lo desnudara, se aparto de mi y antes de que me lo viera venir ya se habia echado encima mio, inmovilizandome, pues con una mano sujetaba con fuerza las dos mias dificultando mis movimientos. !Esta tan sexy cuando "se enfada"!.... (enfadarse entre comillas claro, dudo mucho que en realidad lo este porque parece disfrutar del momento tanto como yo)
La ropa interior me esta resultando una horrible tortura pues mi entrepierna esta pidiendo a gritos que se la satisfaga, ya durisima. Orfeo me acaricio por encima de aquel molesto trozo de tela haciendo que pequenas sacudidas recorrieran todo mi cuerpo.

... digame lo mucho que le gusta...-

c!Anda que no tenia razon ni nada!, pero mi temperamento tozudo se negaba a hacer tal cosa y mas aun viendo la expresion que tenia en el rostro. Aquella especie de orden se volvio mas urgente cuando dejo mi miembro al descubierto y comenzo a estimularlo directamente con sus manos, haciendo que mas gemidos se escaparan de mi. Cerre mis ojos para concentrarme en aquella deliciosa sensacion que me daba tanto placer recibir.
-Y si no le digo que me gusta....., profesor? -mis palabras entrecortadas eran una senal mas de lo que sentia en aquellos momentos- que iria a hacer a continuacion?

Este hombre sabe como volverme loco, por si sus caricias manuales fueran pocas ahora es su boca y su lengua las que pasan a seguir con esa deliciosisima tortura. Gustarme lo que hacia? No... !adoraba lo que hacia!, su aliento calido sobre mi piel hacia que esta se erizara, sobretodo por los lugares donde su lengua habia dejado rastros humedos. Era tan solo que no queria admitirle de palabra que me gustaba aquel tratamiento que me estaba prodigando, mi orgullo me podia aun, ademas, creo que la pregunta era retorica, bien podia ver las senales no verbales que le enviaba y los efectos de los estragos que aquellas caricias tan intimas provocaban en mi.

Su boca pronto envolvio mi miembro recorriendo cada milimetro de el, envolviendolo en un delicioso calor que hacia que los gemidos fluyeran por mi boca sin que yo pudiera hacer gran cosa por detenerlos. Mi hombria parecia ensancharse y crecer mucho mas de lo que ya estaba, pero el no se paraba, continuaba con aquella exquisita tortura, sin que yo pudiera, o mas bien quisiera, hacer nada para detenerlo.
-... y que harias.... si respondiera afirmativamente?.... seguirias ....o te pararias y ...me dejarias con las ganas de mas?

Siguio aumentando mi nivel de excitacion con cada roce, cada beso, cada caricia y el mero sonido de su voz me hacia sentirme tocar el septimo cielo. Orfeo seguia insistiendo en que le dijera cuanto me gustaba lo que estaba haciendo, estimulando algunos pequenos lugares que antes no habia tocado.
La unica pega que le veia a todo este asunto era que la mesita aquella era incomodisima y me estaba clavando las esquinas por la espalda, asi que me recargo en sus fuertes brazos, lo que hizo que lo admirara aun mas pues tenia una gran fortaleza fisica ya que yo no soy exactamente pequenito; de hecho, le saco mas de 10 cms. de estatura y peso bastante mas que el. Con sumo cuidado me deposito sobre la cola del piano ya completamente desnudo y volvio a hacerme la misma peticion.

-Esta bien, .... si es verdad que no... pararas... te dire que me gusta mucho....lo que haces.... (Rio) Seria una soberana estupidez... negar algo tan obvio, no?....

Aquel hombre tan hermoso me volvia loco y desde luego no queria que las cosas se quedaran asi, tenia tambien curiosidad acerca de lo "mejor que estaba por llegar". Tan solo el pensarlo hacia que mi temperatura corporal aumentara y le hice una sena para que se acercara.




***************
Segun las estadisticas, Orfeo mide 1,73m. y pesa 60 kg.; Shura mide 1,86m y pesa 83 kg.

Antes de que llegara a la clase de musica de hoy, si alguien me hubiera dicho que iba a tener lugar asi, me habria reido en la cara de esa persona. !Lo que son las cosas! Vuelvo mi atencion al profesor y veo que el tambien esta tan excitado como yo, su comentario no me deja lugar a dudas. Al acercarseme lo hace con una sonrisa burlona, claro que no deberia quejarme pues yo he hecho eso tambien con el, y me pregunta si deseo que me haga suyo ya.
-No hay prisa... -le respondo en el mismo tono de voz- .... ninguna prisa... (le beso) ...ninguna en absoluto.

Su aliento sobre mis labios y esos besos suyos son una delicia, no hacen mas que mis deseos por el se enardezcan de cada vez mas.
-Ademas, seguro que debajo de toda esa ropa.... se esconde.... un maravilloso cuerpo.... que me ....encantaria ver... mi querido profe... -le pregunto algo salazmente- no me dejarias... disfrutar de la vision de ....verte en... toda tu gloria?
Los gemidos se me escapan entre frase y frase dificultandome el habla.

-Muchisimo mejor... -respondi al tocar aquella suave piel y seguir con los sensuales movimientos con los que su mano me guiaba.
El calido aliento de su boca y el humedo contacto de su saliva sobre mis dedos me enviaban pequenos y espasmodicos mensajes al cerebro, que despues se distribuian alocadamente por todo mi cuerpo.
Cada gesto suyo, ya fuera burlon o genuino me agrababa sobremanera, mi deseo por el aumentaba y las senales no verbales que ambos emitiamos incremetaban en intensidad y frecuencia.

-Por que no quiere quitarse la ropa, mi querido profe? -gesto burlon- tiene algo de que avergonzarse? (le dije mirando descaradamente a su entrepierna, la cual a pesar de ir encerrada en su pantalon daba pequenas y sutiles senales de estar reaccionando a los acontecimientos que ahora mismo estaban teniendo lugar).

Mi mano libre se dirigio hacia su nuca y comenzo a acarciarle. Saque lentamente mis dedos de su boca y termine de desabotonar su camisa para finalmente, quitarsela y dejar su torso, tan bien proporcionado, al desnudo. Es hermoso este hombre, verdaderamente hermoso.
-La ropa es un estorbo, no cree?

*Dentro de mi?... !interesante!* aunque me sonroje bastante al oirlo hablar de esa manera, en estos momentos mi deseo es tan fuerte que si eso es un castigo pues !que ahi me las trajeran todas! Estaba ardiendo en deseos de verlo completamente desnudo y ya no solo de verlo, tambien tocarlo, sentir como su cuerpo vibra pegado al mio, recorrer cada centimetro de su piel, tenerlo en toda su gloria.... tan solo para nuestro deleite.

Vuelvo a besarlo avidamente, mi beso es profundo y demandante, introduzco mi lengua en su boca y la recorro lentamente sin prisas pero demostrandole la gran pasion que en mi habia despertado. Mis manos recorrian su espalda, acariciando cada recoveco mientras que dejaba que las suyas tuvieran libre albedrio sobre mi cuerpo. No tardaron mucho las mias en posarse sobre sus gluteos masajeandolos a traves de la ropa, finalmente quitandole el cinturon.
-Pues creo que lo que estorba, deberia removerse.... no? -le digo mordisqueando su lobulo- sino sera imposible dar rienda suelta a cualquier deseo...

Me era imposible poder quitarle la vista de encima y menos aun con esos movimientos tan sugerentes y provocativos que realizaba para despojarse de su pantalon. Mis ojos no perdian ni un solo detalle de aquel cuerpo tan magnificamente escultural que se mostraba ante mi; mis oidos estaban siendo deleitados con pura musica celestial al oirle hablar, su respiracion agitada y esos jadeos... mientras que el mismo se acariciaba.

Sus ultimas palabras en particular, increiblemente provocantes, incitandome a que lo desnudara ya y.... como negarme ante tal peticion. Volvi a acercarme a el con una mirada igual de lasciva que la suya, de nada cabia disimular, lo deseaba fervientemente tanto como el a mi, aunque el parecia poder contener su deseo mucho mejor que yo. Claro que el me llevaba ventaja pues mi miembro habia sido increiblemente excitado antes por sus manos y su boca.
Me acerque de nuevo a el y lo atraje por la cintura, pegandolo a mi cuerpo y besando su cuello, desde donde comence un lentisimo descenso pasando por su zona pectoral hasta llegar a donde se encontraba la ultima prenda. Lo mire por un momento y en lugar de palabras, como respuesta agarre con los dientes el trozo de tela y lo fui bajando lentamente, besando la piel por donde pasaba hasta que su hombria quedo por completo al descubierto, erecta y con un apetitoso aspecto.

Asi que lentamente me acerque y me la lleve a la boca.

No estaba muy seguro al principio de si le gustaria o no lo que le estaba haciendo, pero no tenia que haberme preocupado pues las senales que me enviaba eran de lo mas inequivoco, sus reacciones eran absolutamente deliciosas y obviamente a juzgar por la fiereza con la que me incitaba a seguir con mis atenciones, no queria que parara, al igual que yo tampoco queria dejar de hacerle aquello.
Su miembro crecia mas y mas tanto en extension como en grosor y a veces sentia que estaba a punto de asfixiarme pues lo sentia tocar hasta lo mas profundo de mi boca.

Tras devorar su miembro durante un buen rato, comence a lamer la cara interna de sus muslos y mi lengua fue dejando un pequeno rastro humedo por su piel a medida que subia de nuevo hacia su oido para susurrarle.
-Es pura musica... el sonido de tu voz cuando gimes...-mordisqueaba su lobulo mientras que lleve una de sus manos a mi hombria y yo hacia lo mismo con la suya- y eres bellisimo....Ademas, no puedes quejarte.... antes tu hiciste lo mismo conmigo.... (comence a mover su mano sobre mi hombria)

Aquel frote me estaba volviendo loco, arrancandome una serie de sonidos que hacian eco con los suyos y que me costara enormemente mantener el control.

El que ambos deseabamos el uno al otro era mas que innegable, imposible de que hubiera confusion alguna... Sus palabras no hacian mas que confirmar las senales que su cuerpo me enviaba, esas traviesas manos que ahora deseaban una caricia mucho mas intima que las anteriores y yo no me sentia ya en condiciones (a decir verdad, tampoco deseaba hacer tal cosa) de negarme a hacer lo que me pedia. Correspondiendo a su beso y la forma en que habia juntado su cuerpo con el mio acabo con cualquier barrera de resistencia que tenia y susurre a su oido.

-Yo tambien te deseo.... Orfeo... -mi rostro algo enrojecido por el placer y mi deseo por el, ya no me importaba si era el quien entraba en mi o yo en el, eso era lo de menos en aquellos momentos, tan solo queria sentirle lo mas proxima y profundamente posible -... hazlo...hazlo ya....

Me arrepegue aun mas contra el y mis manos recorrian su cuello y su espalda.
-Te deseo....

No se lo penso mucho a la hora de acceder a lo que le pedi, aunque no me esperaba que fuera a hacer algo asi tan de golpe. Aquella intromision me causo un horrendo dolor inicialmente que sabia que ocurriria de todas formas, tan solo fue mucho mas intenso de lo que esperaba. Orfeo se detuvo por unos momentos para preguntarme si me encontraba bien pues debio haberse dado cuenta de que mi reaccion no era algo ficticio y tambien para que me diera tiempo a acostumbrarme a tenerlo dentro de mi.

Recibi sus besos y sus caricias como la persona que anda perdida por el desierto y ve un oasis, aquellos gestos eran pura delicia y me encantaba el sabor de sus labios mientras que su hombria me quemaba por dentro, en esas estrechas paredes internas que se contraian y dilataban casi involuntariamente.
Mi cuerpo se sacudia en espasmos a los que acompanaba con gemidos y suspiros de dolor y placer, de los cuales la segunda sensacion se hacia la mas predominante a medida que pasaban los segundos, con cada gesto y roce.

Aunque mis movimientos se hallaban algo restringidos ya que era Orfeo quien soportaba mi peso trataba de mover mis caderas al mismo ritmo que las suyas con lo cual el placer aportado era mayor. Mis brazos rodeaban su espalda, acariciandolo, cuidando de no caerme. Mi boca buscaba la suya con avidez, besandolo, explorandolo, bajando hasta su cuello, dejando trazas humedas en el y suspirando de gozo.

-Eres delicioso y un amante excelente....

Sentia mi miembro endurecerse aun mas en su mano, asi que le pedi que la retirara por un instante pues aquel placer me estaba ya practicamente quitando la respiracion.