Primera Clase de Quimica

Sonrio misteriosamente sin decir nada, quedandome junto a la puerta unos momentos más antes de terminar de entrar a la cocina y ayudar.

- No todavía - contesto cuando cierro la llave del fregadero luego de haberme lavado las manos - todas las cosas tienen un momento justo - menciono con solemnidad haciendo una pequeña pausa - aunque todavía no sepa cual es - termino con una sonrisa.
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Gomen que me tardé, el trabajo ya sabes, creo que de aqui ya debemos irnmos al concurso, muajajaa.

Detengo el vehiculo el el lujoso estacionamiento del plantel privado en que se llevará a cabo el concurso. Luego de bajar rodeo el auto para abrir la puerta a Marin, que parece, con justa razón, un manojo de nervios.

- Así es - miro en la misma dirección que ella - todos esos serán tus rivales - cierro la puerta pero ella parece pegada al cemento, así que con delicadeza tomo su mano, propinandole un suave apretón.

- ... pero yo confio en ti y se que lo harás bien - la jalo un poco para hacerla andar.
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Hola mosha!!!!!!! Bueno, luego de mucho tiempo ya tengo internet asì que postee la respuesta que seguía, supongo que sigues tú y ya cuando llegue el momento pongo donde nos quedamos, te parece? nwn cuidate, besos!

-Así es, todos esos serán tus rivales. pero yo confío en ti y sé que lo harás bien-

Al oírle pronunciar esas palabras, siento como el nerviosismo y la presión aumentan. Por una parte, por supuesto que me preocupa poder resolver bien el examen.; pero por otra. no quiero defraudar a Saga, sé que ha puesto mucho empeño y dedicación para prepararme por lo que no quiero que se decepcione.

Mientras caminábamos, seguía tomando suavemente mi mano, parece que nos dirigíamos al lugar de la inauguración. Ese sentimiento horrible se vuelve a apoderar de mí lo cual hizo que cerrara mis ojos y apretara un poco más su mano.
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Hola mosha!!! WII!!! Qué bueno!!!
etto...Perdón por la tardanza, pero ya sabes, el trabajo; ya estaré más al pendiente ^^.
Gracias!!! Cuídate

-Tranquila -

Pido, dando una palmadita a su mano, tras sentir que me agarra como un gato clava las uñas a un arbol. - Ya te lo he dicho, tengo absoluta confianza en ti - añado una sonrisa a la frase, al tiempo que la miro a los ojos; la ceremonia de inauguración sirve solo como preludio a los nervios de todos los estudiantes y, finalmente, se anuncia que es momento de que la carniceria empiece.

Tras un suspiro me levanto, dedicando una sonrisa de consuelo a la chica.

- Buena suerte - me despido.
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Descuida, yo me tardé siglos en volver ToT Pero me da gusto que ya estemos roleando de nuevo! Cuidate, besos!

Durante la inauguración, no pude evitar jugar con mis manos, estaba muy nerviosa y no podía controlarme, incluso con las palabras de aliento de Saga. Al final, me percaté de que ya había deshecho la hoja del programa que nos habían dado al entrar. Genial…

Por fin, el Director de la Olimpiada anunció el momento que todos esperábamos, el momento para iniciar el concurso. Vi que Saga se levantó.

-Buena suerte-

No pude contestar ni con un simple “Gracias” porque enseguida de que me deseó buena suerte, se alejó.

En ese momento, nos dividieron por grupos y nos llevaron a los salones donde se llevaría a cabo el examen. Al entrar, me senté en una de las bancas de atrás y nos informaron que el examen tenía una duración de 2 horas.

Nos repartieron los exámenes, lo hojeé, no se veía tan difícil. Bueno, después de tanto repasar con Saga, digo, mínimo tenía que aprender algo…

Conforme iba contestando el examen, me fui relajando un poco; sin embargo, un ejercicio se me empezó a dificultar puesto que mi resultado no coincidía con las opciones que me daban.

Tenía que dar lo mejor de mí, no puedo fallarle a Saga. No, no puedo…
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Jajaja!! XD. Lo bueno es que ya estamos de nuevo en el rol.
Cuídate!!! Besos!!! ^^

Me bebí el segundo café con la misma lentitud que el primero, sin embargo no por ello el tiempo corrió mas rápido. Desde el inicio del concurso los profesores habíamos sido invitados a un elegante salón en el que podíamos comer pastas y tomas café mientras nuestros pupilos sufrían lo indecible tratando de contestar el examen; y claro, había quienes charlaban como si se tratara de un domingo en el parque, pero yo no podía, estaba como un gato enjaulado preguntándome que tal le iría a Marin.

Tomé aire y otro sorbo del amargo líquido, estaba convencido que podía ganar el primer premio y francamente deseaba que así fuera, no solo por mí, sino por ella misma, sin duda sería el premio perfecto a la dedicación que había puesto a las clases extras. No pude evitar sonreír al recordar su pijama de instrumentos de laboratorio.

Parece muy contento, profesor

La voz de una joven ataviado en un serio vestido azul, detuvo mis cavilaciones.

- Solo pensaba… - respondí cortésmente – en alguien.

Debe ser alguien muy especial…

- Lo es – afirmé al cabo de un segundo, dejando la taza precipitadamente en la mesa cuando el timbre sonó, anunciando un receso de media hora para los concursantes.

- Con su permiso – me despedí precipitadamente, tenía que verla, simplemente tenía que verla.


- Marin!

La llamé por tercera vez en medio del bullicio, alcanzándola por fin por el hombro. Tenía los ojos como platos cuando la hice darse la vuelta.

- Lo siento – murmuré, acercándome lo suficiente para hacerme escuchar – no me oías – sin saber como, la palma que tenía libre se posó sobre su mejilla – Dime… como vas?

Su respuesta me tranquilizó y al mismo tiempo me hizo sentir orgulloso de ella, confirmar que efectivamente había buenas posibilidades de que resultara triunfadora en el concurso. Le dediqué una sonrisa tras soltar el aire.

- Lo estás haciendo muy bien, Marin – la animé – Qué pregunta te costó trabajo?

Mientras me contaba todo sobre los preliminares del examen, la fui conduciendo a un pequeño jardín, alejando del bullicio de los alumnos del concurso intercambiando respuestas con sus maestros para ver que tal habían salido.

No se encontraba oculto, pero sí poco visible y el arco de enredaderas que formaba la entrada, resguardaba una fuente de piedra con una cuantas bancas a su alrededor y rosales a sus espaldas. Había dos chicas en una de las bancas comparando soluciones del examen y en las demás, maestros con sus respectivos alumnos.

Me acerqué a la fuente, apagada en ese momento y con un gesto de la mano le indiqué a mi pelirroja alumna que se sentara, después de todo no había más lugar para hacerlo. Tomé asiento a su lado, volviéndome ligeramente para mirarla y, como todos los demás, seguimos hablando del examen hasta que me percaté que nos habíamos quedado a solas en el jardín.

- Creo que será mejor volver – anuncié tras echar una ojeada a mi reloj, levantándome luego y ofreciendo la mano a Marin para que hiciera lo propio.

- Buena suerte – murmuré cuando estuvo de pie y…

Y entonces ella sonrió, ladeando la cabeza y acercándose a mí para posar un beso en mi mejilla.

No supe con exactitud como pasó entonces, solo que sus ojos verdes se posaron en los míos, mis dedos apartaron el cabello que le caía sobre la cara y con el brazo libre atrapé su espalda, acercándola a mi todo cuanto fue posible.

Mis labios se posaron sobre los de ella.

Fue un instante apenas, acaricié sus labios con los míos, regocijándome en la suavidad de los suyos, en el aroma floral que la acompañaba, en la suavidad de su cuerpo cálido junto al mío, fue un instante apenas, ya que una campana, anunciando que se reanudaba el concurso, hizo eco por todas las instalaciones.

La solté, horrorizado. Cómo había permitido que ocurriese semejante cosa?! Ella era mi alumna por amor del Cielo! Murmuré por lo bajo una interjección de impotencia mientras me pasaba la mano por la cara, escuchando los pasos de Marin alejarse con dirección al salón.

Una parte de mí se sintió aliviada de que no se hubiera quedado, aunque… cómo iba a hacer para mirarla a la cara al final del examen?

- Lo estás haciendo muy bien, Marin –– Qué pregunta te costó trabajo?

Lo noté muy contento cuando me dijo eso y a su vez me animó mucho, realmente confiaba en mí.

-Bueno… el examen lo dividieron en dos partes. La primera es únicamente de teoría y la segunda ya son ejercicios de reacciones y fórmulas. Afortunadamente pude terminar la primera parte, sino no me hubieran dejado terminarla pasando el receso… A lo mejor sonará tonto, pero me confundí en una que decía determinar la reacción que da como producto éteres asimétricos… al final comprendí que era el método de Williamson… -

Mientras le decía esto, nos alejamos de las aulas y nos dirigimos a un lindo jardín en donde continuamos hablando sobre el examen. En ese momento, también aproveché para preguntarle algunas dudas que tenía… sólo por si acaso. Tenía que dar lo mejor de mí… no podía defraudar a Saga… tenía que estar preparada.

- Creo que será mejor volver – dijo Saga después de ver su reloj… Vaya, se pasó muy rápido el tiempo. Bueno, cada vez que estoy con él, el tiempo se pasa muy rápido.
De hecho, muchas veces me he preguntado qué pasará después de que termine el concurso…?

- Buena suerte – esta vez lo dijo con una gran sinceridad que lo único que pude hacer fue corresponderle con un beso en su mejilla; sin embargo… en ese momento me abrazó pegándome completamente a su cuerpo, apartó el cabello que caía sobre mi rostro y… me besó.

Fue un momento único, él me tenía abrazada tan fuerte que parecía como si temiera que me apartara. Cuando me abrazó, puse mis manos sobre su pecho; pero poco a poco fui subiéndolas hasta posarlas sobre sus hombros.

Era nuestro momento y no quería que terminara… hasta que sonó la campana e hizo que nos soltáramos y apartáramos.

No podía creer lo que había pasado. ¡¿Cómo pude permitir esto?! Él es ÚNICAMENTE mi profesor y ya había quedado claro desde aquella noche en que cenamos juntos! No supe qué hacer ni qué decir. Me limité a taparme la boca con ambas manos y retroceder mientras Saga se volteaba y maldecía en voz baja.

-Yo… yo… - y me fui, caminé hacia las aulas lo más rápido que pude; aunque seguía pensando en lo sucedido y con esa misma sensación.

Me adentré al salón y me fui a mi lugar, aunque sentía algunas miradas de los demás sobre mí… obviamente era por la expresión de mi rostro.

Me senté en mi lugar y nos volvieron a repartir los exámenes anunciándonos que podíamos continuar contestándolo. Traté de concentrarme, pero había momentos en que volvía a recordar lo sucedido y… la expresión de horror de Saga. Ahora sí no quiero saber qué pasará después del concurso!

Fui contestando los problemas, incluso había un ejercicio como los que me ponía Saga, de desarrollar las fórmulas los cuales eran mi talón de Aquiles… y de nuevo recordé su expresión.

Por favor, Marin, concéntrate, no es momento para pensar en otras cosas!!
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Mosha!!! perdona por la tardanza!! ^^ Besos y cuídate!!!